Comienza el rodaje de “Schimbare”, primera película de Alex Sampayo

Casi catorce años han pasado desde que Alex Sampayo (Lalín,1978), rodara su primer cortometraje y comenzara una fructífera trayectoria audiovisual. Su bagaje en los últimos años abarca la dirección de cortometrajes, de series, de teatro o de tv movies, pero es la primera vez que se enfrentará al rodaje de una película para exhibir en las salas de cine.

“Tal y como están las cosas, rodar hoy para un director novel es como un sueño cumplido pero ante todo lo afronto con una enorme responsabilidad”, declara el director desde un hotel de Lugo, donde ayer domingo ultimaba los preparativos del rodaje de “Schimbare”, que así se llamará su opera prima para la gran pantalla. El título está tomado de una palabra de origen rumano que significa cambio, y que tiene como fondo una truculenta historia relacionada con el tráfico de órganos, en la cual unos padres desesperados deben convivir durante un día con la niña que porta el órgano vital que salvará a uno de sus hijos.

“Es una historia muy potente, que se rodará mucho con cámara en mano, y buscará ser tan cruda como real”, describe Sampayo sobre la historia en la que ha trabajado con el guionista Borja Caamaño y cuya producción corre a cargo de Ficción Producciones. Para construir el guión han manejado datos como el que aporta la Organización Mundial de la Salud (OMS), que apunta a que un 10% de los transplantes que se hacen en el mundo se realizan con órganos procedentes del comercio ilegal, sobre todo con bandas organizadas procedentes de países del Este de Europa. La película está basada en una historia que sucede entre Galicia, Hungría y Rumanía. En diversas zonas rurales de O Corgo, en la provincia de Lugo, se rodará la parte “rumana” de la película y la otra parte del rodaje se realizará en Hungría a lo largo de las casi cuatro semanas de trabajo que les esperan al equipo.

Las dos semanas previas al rodaje, Alex Sampayo las ha dedicado sobre todo a hacer un trabajo de ensayos intenso con la pareja protagonista de la película, Candela Peña y Luis Zahera, junto con la niña de nueve años de origen polaco Sandra Mokrycka. “En este aspecto estoy muy tranquilo porque es un reparto muy solvente. Es un gustazo trabajar con este pedazo de actores y también con la niña que es muy imaginativa y muy intuitiva”, comenta el director lalinense sobre el trabajo que ha realizado estos días. A la hora de encajar la película en un género, Sampayo avanza que “es un híbrido, con una primera parte de drama social, y una segunda parte de thriller duro e intenso”, apuntando como referente el cine de los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne.

Todo el equipo técnico de la película está formado por profesionales gallegos, algunos de los que incluso empezaron trabajando con el director en sus primeros cortos. “Hace cinco años que empezamos a hablar del proyecto y tres que estamos trabajando en él, así que por fin ha llegado el momento de plasmarlo”, declara ilusionado unas horas antes de que empiece el rodaje, y de que suene por vez primera la palabra “acción”, esa que hace tan feliz a un director.