El poder del rap

¿Qué sería la música sin un mensaje? Estos siempre han sido transmitidos y difundidos a gran escala. Producción, arreglos, sonidos, letras: cada componente de una canción tiene un significado particular y su propia historia. El hip-hop es un ejemplo muy pertinente. Nacido en los años 70 en el barrio neoyorquino del Bronx, este estilo se democratizó verdaderamente una década después cuando la música pudo grabarse en mejores condiciones. Al vivir en un país en el que el country y el rock eran los dos estilos predominantes de la época, los afroamericanos no se identificaban con él.
 
Con un deseo de identificarse y representarse a sí mismos, crean así el hip-hop, que se vincula más a una cultura en sí misma que a un estilo musical específico. Se compone de cinco elementos fundamentales: el DJ, el breakdance, el arte callejero, el conocimiento y el rap. El rap es una herramienta de denuncia de los problemas políticos y sociales del pasado y de nuestra sociedad actual que supo atravesar las épocas y convertirse en uno de los estilos más escuchados del planeta.
 
La política, la sociedad, la raza, la educación, la conciencia, las drogas y la violencia son los siete temas más recurrentes. Estos temas son ampliamente explotados por artistas como el rapero trágicamente fallecido en 1996, 2Pac. « I see no changes, all I see is racist faces », proclamaba ya en su canción grabada en 1992 y publicada dos años después de su muerte, “Changes”. Gracias a sus letras potentes y percutantes sobre un fondo de verdad, el rap se ha convertido en uno de los estilos favoritos de muchos artistas. Incluso se estudia en las escuelas estadounidenses, especialmente en las clases de historia, lo que refuerza su estatus y su creciente notoriedad.
 
La escena española de los raperos es muy interesante también. En pleno crecimiento, se inspiran en los vecinos extranjeros mientras agregando un toque español. Desde Cataluña hasta Andalucía y gracias a un rico pasado y a una creatividad increíble, muchos artistas surgen y conocen el éxito. Morad, Delaossa, Kase.O, Ayax y Prok, Cecilio G., o aún Dellafuente: todos se distinguen y son sinónimo de triunfo.
 
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