finita

Alegre, risueña y con buena dicción para la interpretación y la comunicación. Con experiencia en la redacción de guiones y programas radiales de divulgación científica.

Una anécdota y un poco de historia.

Corría el año 1956, en aquel entonces yo tenía nueve años y vivía en un pueblito pesquero de la costa norte de Villa Clara de nombre Caibarién, en la Isla de Cuba. Un día, varias personas llegaron a mi colegio para hacer un casting, pues necesitaban estudiantes de los primeros grados para participar en la filmación de una película.
Me escogieron junto a otro grupo de niños. Fue mi primer debut como extra en una película.
Aquella película se tituló "Y si ella volviera". La crítica de la época fue dura con ella. Apareció publicado en la Guía Cinematográfica de 1956-1957, que en Cuba se había filmado una película con un vestuario muy provocativo, con escenas extremadamente pasionales, con actitudes insinuantes, asesinatos, adulterio y divorcio. Fue calificada como "DESACONSEJABLE”.
No creo que fuera peor que otros melodramas de la época y por lo menos tuvo la virtud de haberse filmado en un maravilloso Eastmancolor. El Eastmancolor, fue un sistema de filmación de película en color, se usó mucho en el cine entre los años 50 y 60 del siglo XX. Pero, tenía el inconveniente de que con el paso de los años, los colores se desteñían por una inestabilidad química de la película. Sin embargo, ofrecía una excelente resolución de color a bajo costo, ya que podía ser utilizado con las cámaras convencionales. Era fácil de usar y su película negativa de color podía ser procesada por cualquier laboratorio. Fue lanzado por Kodak en 1950 y posteriormente refinado.
Caibarién, fue el idílico pueblito de pescadores conocido como “La Villa Blanca” (por el color de sus calles, blancas y relucientes), escogido para filmar. Fue producida por una compañía llamada Cub-Mex, S.A., la cual se había nutrido ya de varias radionovelas de Félix B. Caignet (cubano, nació en Santiago de Cuba, el 31 de marzo de 1892 y murió en La Habana el 25 de mayo de 1976), compositor, escritor, periodista. Su obra “El derecho de nacer”, fue su primera novela radial que dio paso al género de telenovelas en Latinoamérica y que para ésta contó con un argumento de Iris Dávila Munné (cubana, nació en Guines, La Habana, el 18 de mayo de 1918 y falleció el 18 de enero del 2008), abogada, asesora, guionista de radio y telenovelas, redactora publicitaria, periodista, editora. El film fue dirigida por Vicente Oroná (uruguayo, nació en Dolores, el 27 de septiembre de 1904), actor, director, argumentista y guionista de cine.
La película empieza, cuando la siempre positiva, Sonia González interpretada por Irasema Dilián (de padres polacos, nació en Río de Janeiro, el 27 de mayo de 1924 y falleció en Ceprano, Italia, el 16 de abril de 1996. Trabajó en el cine de Italia, España y México), desciende de un camión en aquel pueblito pesquero donde trabajará de maestra, y exclama: “¡Qué tranquilidad y qué belleza! "¡Aquí todo el mundo ha de ser feliz!”. Estas palabras marcan, sin dudas, lo que será un dramón de marca mayor, y que a mi juicio no está nada mal como punto de partida.
Víctor Manuel Mendoza (mexicano, nació en Jalisco, el 19 de octubre de 1913 y falleció en su país 19 de julio de 1995. Fue un destacado actor de la época de oro del cine mexicano, ganador de dos Premios Ariel. Filmó varias cintas internacionales) encarnó a Guillermo Castro, recio dueño de una flotilla de pescadores de esponjas, que ha descubierto la infidelidad de su mujer Laura (Martha Roth, italiana nació el 29 de mayo de 1932, es una destacada actriz que trabajó en la época de oro del cine mexicano. Ganadora de un premio Ariel. Es una de las pocas leyendas supervivientes de la Época de Oro del cine Mexicano).
Cuando la rubiecita y delicada Sonia llega al puerto pesquero se va a vivir a la casa de los Castros. Ella conoció a Guillermo cuando niña y lo amaba desde entonces. Guillermo es un tipo rabioso que está dolido por la traición de la sensual Laura, a la que acaba de expulsar de su casa.
El regreso de Sonia, hace que el amor de la infancia resurja. Es cuando, la malévola sirvienta, Magdalena, interpretada por Raquel Revuelta (cubana, nacida en La Habana, el 14 de noviembre de 1925 y falleció el 24 de enero de 2004. Actriz, profesora y directora de teatro, filmó alrededor de unas 13 películas), que siempre ha estado enamorada de Guillermo, se enfada con creces y no ve la hora de deshacerse de la inoportuna rubia que acaba de llegar. Sus insinuaciones sexuales de “alto voltaje” son cada vez más provocativas siempre que se acerca al pescador. Magdalena, continua fraguando más intrigas para volverse la dueña, hasta que...
La película no sólo tiene intrigas y requerimientos amorosos, no. También está llena de bellos paisajes marineros, y muestran la vida de los pescadores de la época, y la vida de una maestra de escuela pública con sus niños.
Recuerdo particularmente una escena con un cocodrilo, para mí fue muy significativa, era la primera vez que observaba a este reptil desde tan cerca. Los niños participamos en la escena, que estuvo llena de emoción.
Me pregunto, ¿"Y si ella volviera", volviera después de casi 60 años? Quizás sólo para mostrarnos, plasmados en el celuloide, aquellos paisajes únicos, paradisíacos, de aquel Caibarién con todas sus bellezas y miserias, ¿no valdría la pena? Seguro que todos los “cangrejeros” (así nos llaman a los nacidos en Caibarién) le perdonaríamos el que fuera una película mediocre, por habernos mostrado a un Caibarién que al paso del tiempo, aún deslumbra a miles de visitantes que lo admiran por sus bellezas naturales, sus playas, sus peces, sus esponjas.
La película “Y si ella volviera”, no pasará nunca a la cinemateca de Cuba como un film de importante significado. Sin embargo, los caibarienenses, que andamos por el mundo, siempre guardaremos una copia (aunque sea en el ordenador) como si fuera un tesoro.