Entre telas: Cintia Iribarren nos cuenta todo sobre su trabajo como diseñadora de vestuario
Entre telas: Cintia Iribarren nos cuenta todo sobre su trabajo como diseñadora de vestuario
Con una extensa carrera en el mundo del diseño de vestuario para espectáculos, Cintia Iribarren nos explica en esta entrevista cómo hizo de su pasión por la moda un verdadero oficio.
-Hola Cintia, ¿cómo fueron tus primeros pasos en el mundo del vestuario para espectáculos?
CI: Siempre quise hacer vestuario para espectáculos porque me encanta lo que ello genera en mí y también en la gente. Comencé mi carrera en la Facultad de Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y en el transcurso de la misma trabajé en el sector de la moda. No me sentía tan cómoda allí y por eso entré en el mundo de cine y la producción audiovisual. Comencé asistiendo a vestuaristas y directores de arte en producciones independientes. Muchas veces lo hacía alternando estas colaboraciones con trabajos estables pero siempre con ansias de poder trabajar de manera independiente. Luego empecé con el espectáculo y también hice algunos trabajos de vestuario para publicidad.
-¿Qué formación realizaste?
CI: Mi primera escuela fueron mis abuelas. Pasaba mucho tiempo con ellas y mi abuela paterna era modista de alta costura. Ella me enseñó desde pequeña a armar los vestidos de mis muñecas y a usar la máquina y tejer, entre otras cosas. Luego, cuando decidí que esto sería mi trabajo, comencé a estudiar en la FADU (UBA). Allí pude formarme con gente que admiro mucho y me siento bendecida por eso. La modalidad aula-taller enseña mucho. Aún con la competitividad, me ha enseñado una disciplina de trabajo ardua que me ha servido mucho para organizarme con los tiempos acotados de producción que muchas veces exigen los proyectos.
-¿Qué es lo que más te apasiona de tu oficio?
CI: Me apasiona recrear otra realidad, otro personaje que nos invite a ver otra historia y los detalles de su imagen. También ayudar al artista a que pueda sentirse dentro del personaje y a otros a soñarlo. Los detalles que aportan a lo que hay que contar y el proceso de construcción, que muchas veces es incluso más interesante que el resultado final, me resultan un gran estímulo. El diseño de vestuario así como el de ambientar, que es otra cosa que hago, implica trabajo en equipo que es en general enriquecedor.
-A lo largo de tu carrera trabajaste para producciones en Francia y Argentina, ¿cómo es el proceso de diseñar un vestuario desde cero?
CI: Me gusta siempre leer el guión o libreto, sin mucha conversación previa con el/la directora/a. Sorprenderme al leerlo e imaginar los personajes, sus colores, sus olores, sus gestos, que tanto definen los accesorios y que añade particularidades. Me encanta entrar en la historia con ojos de “niña”, sorprenderme con lo que voy a encontrar.
Luego de eso, sí, hacer la reunión con el/la director/a y perfilar hacia lo que busca transmitir y presentar un poco mis primeros bocetos e ideas iniciales, y empezar a dibujar entre ambos los personajes. Luego sigue la instancia con los actores o artistas, que casi siempre, afortunadamente, suman detalles o particularidades.
-Fuiste vestidora del espectáculo “Amaluna” del Cirque du Soleil , ¿qué fue lo más desafiante de esa experiencia?
CI: Asistí al equipo de vestuario dirigido por Larry Edwards junto a dos compañeras durante toda la gira del show en Argentina. Mi trabajo consistía en ocuparme de los cambios de vestuario que se daban detrás de escena durante el show, preparar el vestuario detrás de escena y en camarines y, previo y post show, lavar y organizar el vestuario para que quede listo para el día siguiente. En el transcurso de los espectáculos también acondicionaba detalles de terminaciones de prendas que van a escena, todo debe verse permanentemente brillante. Es un trabajo hermoso, intenso y muy metódico. Trabajar para el Cirque ha sido un sueño cumplido.
-¿Qué consejo le darías a alguien que busca abrirse camino como vestuarista?
CI: Coraje y perseverancia. Si lo quieres, puedes hacerlo. Creo que esto aplica a cualquier camino que uno quiera tomar. Personalmente, quería hacer esto desde los 12 años. Me vine a los 18 años a vivir a Buenos Aires casi sin conocer nada aquí para ir tras esto. Luego en París también pasé por algo similar. Y las cosas no siempre son fáciles. Todo llega, a veces desde las puertas insospechadas.
Entonces es importante recordar en cada paso, desde los primeros hasta en esos proyectos difíciles, que debes conservar la pasión, que es un paso más que abre camino. Decirse que es gente con la que luego puedes trabajar en otro proyecto, y así se va tejiendo la red. El trabajo del vestuarista es un oficio al servicio del cuerpo del artista y el sentido de cooperación es fundamental.
Descubre todos nuestros castings de espectáculos en: https://www.casting.es/castingo