Caracteristicas físicas
Altura : 161 cm
Peso : 49 kg
Pecho : 85 cm
Cintura : 63 cm
Caderas : 87 cm
Color de ojos : Marrones
Color de pelo : Castaño oscuro
Longitud del pelo : Medio- largo
Tipo de pelo : Ondulado
Altura : 161 cm
Peso : 49 kg
Pecho : 85 cm
Cintura : 63 cm
Caderas : 87 cm
Color de ojos : Marrones
Color de pelo : Castaño oscuro
Longitud del pelo : Medio- largo
Tipo de pelo : Ondulado
Este no es un cv cualquiera. No es el cv de la mejor cantante, ni de la mejor bailarina y supongo que tampoco es el de la mejor actriz. Es el cv de Andrea Alvarez Iglesias, la chica más trabajadora del mundo, alegre y con muchas muchas ganas de hacer arte.
Realmente sé que no importa mucho mi experiencia porque lo bonito del arte es su subjetividad y si gustas poco importa lo demás.
Aquella persona que me de la oportunidad, no se va a arrepentir. Sé de sobra lo que es trabajar días y días para una única hora de función y regresar a casa llorando de alegría sabiendo que el esfuerzo ha tenido la recompensa de vivir una o dos horas encima de un escenario. Sé que tengo que decir al mundo.
Mi álter ego es Charles Chaplin y mi futuro incierto es vagabundear por
las calles hasta que en algún sitio, en ése sitio, en MI sitio, encuentre el trabajo que me cambie la vida.
Porque todos sabemos que:
“Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el lujo.”
Vivimos de historias. Historias que nos cuentan, historias que vemos, historias que vivimos o que nos imaginamos vivir. La vida es una historia tras otra en la que nos involucramos una y otra vez. Una y otra vez. Yo vivo. Vivo y cuento. Cuento lo mío, lo tuyo, lo del otro, lo de la otra... cuento todo lo que me pasa, lo que veo, lo que siento... Por qué? Porque soy una contadora de historias. Tengo un irrefrenable deseo de contar, experimentar e interpretar lo que los demás quieren sentir, ver o hacer. Cantando, bailando, hablando, riendo o llorando, pero siempre contando, contando, contando. Ese es mi trabajo. Mi perfecto trabajo. Para el que nací, para el que vivo, para el que me muevo, para el que siento, para el que respiro. Ese trabajo de ser un camaleón que pasa de historia en historia haciéndola suya para algún día llegar a ser "el gran contador de historias" que hizo de su mundo el mundo, de su vida la vida y que de las vidas que escuchó creó la suya propia.